Considero que todos venimos a este mundo con el objetivo de aprender algo y desde ahí trascender. A mí, por ejemplo, me tocó aprender sobre amor propio y desapego y lo aprendí “a la mala”, por así decirlo, ya que mis relaciones de pareja fueron bastante complicadas, tóxicas y me sentía perdida, sentía que no era yo.
Encontrarme, ha sido volver a mí, volver a casa y a mi hoja de ruta, pero para volver a ella tuve que vivir de todo un poco y hoy puedo decir finalmente que llegué. Esto, por supuesto, implica seguir aprendiendo y nutriendo mis bases de amor propio como un ejercicio durante toda la vida.
El amor debería sentirse fácil, ligero, que te suma y no que te quita energía. Pero, para llegar a ese punto, lo primero es enfocarte en ti, en tus necesidades, en lo que te hace bien, en lo que te gusta y lo que no; enfocarte en crear tu propia hoja de ruta para volver a tu esencia.
Aquí te dejo algunos pasos para poder ir en búsqueda de ese camino:
- Autoconocimiento: es importante conocernos y darnos el tiempo para seguir descubriéndonos, porque vamos cambiando en el tiempo a medida que crecemos y por eso, nunca dejaremos de conocernos. Desde el autoconocimiento, sabremos exactamente qué necesito “yo” para tratarme con amor, cuidado y bondad.
- Aceptación de todo lo que soy, amarme no solo cuando todo va bien. El gran reto es amarnos cuando sentimos que “menos lo merecemos” o que hay cosas que no nos gustan o no nos salen bien. Trabajar en la aceptación es trabajar en amar todo el paquete que viene conmigo, mis luces y sombras, siendo conscientes que habrá días buenos y otros no tanto. Sin embargo, el amor siempre estará ahí para ser tomado por ti, es una fuente inagotable para nosotras mismas.
- Límites claros: aprender a generar el hábito de decir NO, de poner límites sobre lo que no va contigo. Parte de eso es ser coherente entre lo que piensas, sientes y dices y con eso enseñas al otro cómo quieres ser tratada o amada, hasta dónde puede llegar. Recuerda, cuando le decimos que SÍ a alguien más, le estoy diciendo que NO a mi ser interior, por eso al actuar fíjate si estás siendo leal a ti, a tu corazón.
- Acciones concretas: busca eso que te gusta y que tal vez dejaste de hacer hace mucho o encuentra algo nuevo que siempre quisiste probar. Tener acciones concretas, por más pequeñas que sean, te apoyarán a reconectar contigo y generar hábitos que nutran tu amor propio, que llenen tu vasija.
Todo esto que parece sencillo, es un camino propio, único que tomará tiempo, que será solo tuyo y nadie tiene por qué juzgarlo, es TU CAMINO. Disfruta de él, sin presiones, si no con bondad y compasión. Tú eres tu mejor aliada y nadie como tú misma para saber cómo afrontarlo.
Comentarios (0)
No hay comentarios todavía. Sé el primero en comentar.